Recientemente se ha dado a conocer el caso de una mujer que, gracias a una nueva técnica conocida como la "vitrificación de ovocitos", ha conseguido dar a luz a un bebé sano a pesar de haber perdido los dos ovarios a causa de un cáncer.
Podría decirse que se trata de una buena noticia, de no ser por el destino incierto que aguarda a los dos hermanos de Mario (que así se llama el recién nacido).
En efecto, aparte del mencionado niño y de algunos ovocitos sobrantes, el proceso de fertilización dejó otros dos embriones congelados que, según citan los medios, abren la posibilidad de que la mujer "vuelva a ser madre". Podemos ver cómo, con toda la inocencia del mundo, la reportera pasa por alto el hecho de que, al menos por lo que respecta a los embriones, estos no hacen que la mujer "pueda volver a ser madre", sino que ya lo es. Esta persona no tiene un hijo, tiene tres: uno nacido y dos congelados.
Aunque resulta alentador ver cómo los avances en medicina nos permiten, no solo salvar vidas, sino también preservar intactas capacidades como la de engendrar hijos, esta alegría se ensombrece al comprobar cuán poco cuentan las vidas humanas en desarrollo, a las que parece considerarse simples objetos o herramientas para conseguir un fin, en este caso la maternidad.
Habrá que esperar para ver si los/as hermanos/as de Mario tienen tanta suerte como él y no acaban en el cubo de los "desechos biológicos", como tantos otros embriones humanos que son abandonados cada año en las clínicas de fertilización.
Fuente: Nace el primer bebé español tras vitrificar ovocitos de una mujer con cáncer de ovarios.

En efecto, aparte del mencionado niño y de algunos ovocitos sobrantes, el proceso de fertilización dejó otros dos embriones congelados que, según citan los medios, abren la posibilidad de que la mujer "vuelva a ser madre". Podemos ver cómo, con toda la inocencia del mundo, la reportera pasa por alto el hecho de que, al menos por lo que respecta a los embriones, estos no hacen que la mujer "pueda volver a ser madre", sino que ya lo es. Esta persona no tiene un hijo, tiene tres: uno nacido y dos congelados.
Aunque resulta alentador ver cómo los avances en medicina nos permiten, no solo salvar vidas, sino también preservar intactas capacidades como la de engendrar hijos, esta alegría se ensombrece al comprobar cuán poco cuentan las vidas humanas en desarrollo, a las que parece considerarse simples objetos o herramientas para conseguir un fin, en este caso la maternidad.
Habrá que esperar para ver si los/as hermanos/as de Mario tienen tanta suerte como él y no acaban en el cubo de los "desechos biológicos", como tantos otros embriones humanos que son abandonados cada año en las clínicas de fertilización.
Fuente: Nace el primer bebé español tras vitrificar ovocitos de una mujer con cáncer de ovarios.
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