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Respuestas Pro-vida VII: ¿Y qué haces por los niños nacidos?

 ¿Alguna vez, en vuestras conversaciones con personas pro-elección, os habéis encontrado con una pregunta o frase de este tipo?: “¿Y qué haces por los niños que ya han nacido?"; "No eres pro-vida, eres pro-parto"; "Si tanto te importa el derecho a vivir, ¿por qué no te dedicas a protestar contra los conflictos bélicos?” Seguro que sí. Esta cuestión se plantea de muchas formas, pero al final su esencia vendría a ser: “¿por qué no te dedicas a esta causa, que yo considero legítima, en lugar de a esta otra, que considero ilegítima?” Seres que importan vs. seres que no importan A nadie se le ocurre preguntarle a un grupo que protesta por los desahucios por qué no va a protestar por los recortes en sanidad. Este tipo de preguntas se dirigen, fundamentalmente, a dos movimientos: el pro-vida y el animalista. ¿Y qué tienen estos en común? Que defienden a una clase de seres que se consideran poco o nada importantes en la sociedad actual. Para el no animalista (o especista),
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Desearía ser pro-elección

Desearía poder estar a favor del derecho al aborto. Desearía vivir en un mundo en el que las sociedades 'civilizadas' reconociesen como sujetos de derecho a todos los seres humanos, en lugar de considerar la eliminación de millones de ellos como un acto de compasión, justicia y empoderamiento. Desearía poder decir a todas las mujeres que atraviesan un embarazo no deseado que no pasa nada, que pueden dejar de estar embarazadas cuando quieran sin perjudicar a nadie. Desearía que ninguna mujer se sintiese empujada a arriesgar su salud y su vida abortando clandestinamente. Desearía no tener que exponerme a ser tachada de machista, de intolerante, de fascista; a que me digan que merezco ser violada y me deseen que mis futuros hijos sufran malformaciones. Desearía no tener que dedicar tiempo y esfuerzo a una causa que parece imposible. Desearía poder vivir mi vida sexual sabiendo que, si alguna vez quedo embarazada, puedo dejar de estarlo al momento, en lugar de vivir un

Distintos e iguales: la naturaleza racional como base para la igualdad de derechos

Pese a que existen diversas razones por las que una persona puede estar a favor del derecho al aborto, una de las más frecuentes es que no considere a los embriones y fetos humanos (al menos, hasta cierto momento del proceso de gestación) como la clase de seres humanos que merecen tener derechos. Sin embargo, si les preguntamos, la mayoría de los pro-elección sí reconocerán que todos los seres humanos nacidos tienen, en principio, el mismo derecho a vivir, entre otros. Ante esto, cabe preguntarse: ¿a qué se debe este consenso respecto a la igualdad de derechos fundamentales para los humanos que ya han abandonado el útero materno? Al fin y al cabo, todos somos distintos en casi todos los aspectos: algunos humanos son más inteligentes que otros; los hay más fuertes y más débiles;  no todos tienen el mismo aspecto, ni las mismas habilidades, ni siquiera el mismo nivel de autoconciencia. Según Josh Brahm, del Equal Rights Institute , para justificar que se nos tratase como a iguales s

¿Cuál debería ser el siguiente paso para Argentina?

La victoria de la “Ola Celeste” en Argentina el pasado 9 de agosto fue, para mí, una alegría inesperada. Después del batacazo en Irlanda, esta vez no me atrevía a hacerme ilusiones, pero finalmente el proyecto de ley que buscaba legalizar el aborto libre durante los primeros tres meses y medio de gestación (y sin límite de edad gestacional en casos de riesgo para la madre, malformaciones graves y violación) fue rechazado por el Senado. Manisfestantes pro-vida en Argentina/Fuente: Scoopnest Lema de la campaña pro-vida argentina. Ahora bien, ¿cuál debería ser el siguiente paso de Argentina respecto al aborto, el derecho a la vida y la protección de las personas embarazadas en situación de vulnerabilidad? Porque una cosa está clara: el problema persiste. Las organizaciones pro-legalización aseguran que cada año se practican medio millón de abortos clandestinos en el país. Aunque, por experiencia, sospecho que esta cifra podría estar considerablemente inflada, también result

"Common Ground Without Compromise - 25 questions to create dialogue on abortion", de Stephen M. Wagner

El debate en torno al aborto es uno de esos que parecen no tener fin. Parte de la culpa la tiene la complejidad del tema en sí, que incluye cuestiones sobre el inicio de la vida humana, el concepto de persona y el derecho a decidir sobre el propio cuerpo. Pero otro motivo fundamental que impide que la discusión avance es el hecho de que el aborto se haya convertido en una especie de tabú, de forma que hablamos poco de él y, cuando lo hacemos, nuestras conversaciones suelen ser superficiales o acabar en discusiones airadas. Common Ground Without Compromise  es un libro que puede ayudarnos a iniciar y mantener conversaciones sobre el aborto de una forma más constructiva a través de una serie de preguntas que buscan encontrar un elemento fundamental pero a menudo olvidado: el terreno común, aquello en lo que todos, pro-vida y pro-elección, estamos de acuerdo. Pese a que él mismo es partidario del derecho a vivir, Wagner ha procurado redactar el libro de forma que pueda ser de utilidad

Respuestas Pro-Vida a argumentos Pro-Aborto VI: Si tuvieses que elegir, ¿salvarías a un bebé o a diez embriones?

Aquí voy a hablar de un experimento mental pro-elección que he visto usar más de una vez en las redes sociales y que últimamente ha vuelto a cobrar fuerza. Se puede plantear de muchas formas, pero la más reciente vendría a ser más o menos así: "Estás en una clínica de fertilidad. El edificio está ardiendo y tienes que elegir entre salvar a un bebé o a diez embriones congelados. ¿Qué haces?" Este experimento pretende ponernos en lo que se conoce como un no-win scenario , es decir, una situación en la que, hagamos lo que hagamos, no podemos ganar. Si elegimos al bebé, la persona que ha planteado el experimento entenderá que estamos admitiendo que su vida vale más que la de los embriones y lo tomará como una prueba de que la postura pro-vida no se sostiene. Si elegimos a los embriones o lo dejamos al azar pensará, o bien que estamos siendo irracionales, o bien que le estamos mintiendo y que no queremos admitir que en realidad salvaríamos al bebé. Y es que, en el fondo,

Historia de un aborto

El otro día me encontré en Twitter con un hilo en el que una mujer explicaba cómo se vio obligada a abortar a su hijo cuando era una adolescente. Más tarde, esta persona publicó el hilo recopilado en una imagen con el siguiente tuit: Thank you to @Kaitain_FL who peiced togehter my whole rant into one 'article." pic.twitter.com/wpJCumMFuR — A Girl Has No Name (@Mellecon) 19 de septiembre de 2017 La fuerza de la historia me llamó la atención por lo que, con el permiso de la autora, procedo a traducir el texto: “Despotrique largo, gráfico y personal. Siéntanse libres de ignorarlo: Mi amiga y yo entramos en la clínica. Parece una clínica normal. La señora nos pregunta en el mostrador qué queremos. Tests de embarazo, decimos las dos al mismo tiempo. Las dos pagamos nuestros 10$, porque PP no es barata. Los de ambas son positivos. Las dos lo sabíamos. Yo sé que estoy de unas 3-4 semanas. Mi amiga está llorando. Yo no. Yo amo al padre. Somos como Romeo/Julieta. Él tiene