Esto me ha hecho pensar en la de veces que he sido testigo de manifestaciones de intolerancia en la red. He visto gente insultando y despreciando a los demás por su raza, su sexo, su orientación sexual, su religión... Y sin embargo, lo que más me ha llamado la atención ha sido la actitud de algunos de los que se llaman a sí mismos defensores de la tolerancia.
Movimiento contra la Intolerancia, una organización que se ha implicado activamente en este movimiento, es un ejemplo de este tipo de actitudes que me dejan perpleja. No se puede negar que desempeñan un trabajo muy loable, luchando contra el racismo, la homofobia, la islamofobia, etc. Pero lo que no me acaba de cuadrar es una tendencia a la "selección de objetivos", por decirlo de algún modo, que he observado en ellos.
Por ejemplo, un tema que suelen tratar es el del odio hacia las personas que profesan la religión islámica, que califican de islamofobia. Sin embargo, apenas les he oído denunciar las manifestaciones de odio hacia los cristianos, de las que yo, siendo católica, soy testigo cada día en la red. Lo lógico sería que se condenasen por igual las ofensas a una agrupación religiosa que a otra.
En cuanto a su lucha contra la homofobia, no puedo evitar la impresión de que abusan un poco de este término. Por ejemplo, en lo que respecta a la legalización del matrimonio y la adopción por parte de parejas homosexuales, desde la organización se muestran abiertamente a favor, mientras que a los movimientos contrarios a dicha legalización se les acusa veladamente (o al menos esa es mi impresión) de intolerantes. Y es que mucha gente tiende a confundir la oposición al matrimonio y la adopción homosexual con la homofobia, cuando no tiene porqué ser así en absoluto. Obviamente una persona homófoba va a estar en contra de estas uniones, pero eso no significa que todos los que se opongan a ellas odien a los homosexuales. Existen muchas razones por las que una persona puede negarse a reconocer como matrimonio una unión entre personas del mismo sexo o su derecho a adoptar niños, y dar por hecho que esas razones se reducen a una sola, es decir, el odio hacia este colectivo, me parece una actitud muy corta de miras.
Espero equivocarme y que este aparente partidismo a la hora de defender los Derechos Humanos sea solo una impresión errónea. Solo negándonos a aceptar cualquier tipo de discriminación, positiva o negativa, lograremos un mundo más justo.
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